miércoles, 4 de julio de 2012

Día 6

Sarchu- tsomoriri lake 220+ kilómetros Madrugada a las 5:30 después de una noche sin dormir y en ese frío rompe huesos. No hay baño por que no hay agua caliente, el desayuno mas bien poco por lo de la diarrea. 7:00 a.m briefing y la noticia de que seria el día mas largo de todos, no solo por los 220 kilómetros sino por la dificultad del terreno. El punto máximo del día fueron las planicies, una extensión de tierra gigante completamente plana que llegaba hasta donde la vista lo permitiera, rodeada de  montañas, miles de caminos para escoger, todos llegarían al mismo lugar, pequeños saltos que permitían coger alturas mínimas a comparación de lo que estoy acostumbrado, saltar en la royal enfield es como tratar de saltar en un piano de cola de esos de orquesta y la caída no es menos suave que eso, la suspensión de recorrido mínimo ya esta fatigada de tantos dias de carretera destapada. Al final de las planicies en donde había que retomar la carretera principal nos encontraríamos con un problema, arenales inmensos, larguísimos y profundos fueron un problema para las asfixiadas enfield que se enterraron en ellas y fue dificilísimo sacarlas, empujar una moto de casi 300 kilos a una altura de mas de 4000 MSNM es una tarea titánica, uno a uno se fueron quedando los compañeros algunos de ellos señores mayores que no habían estado fuera de carretera en mas de 30 años entonces aparte de sacar la moto mía de los arenales me toco volver varias veces a sacar o a empujar a mis compañeros. Luego de 11 horas y media de recorrido llegamos al lago TSOMORIRI, ubicado a 4600 MSNM a un campamento que seria nuestra pesadilla esa noche, un campamento ubicado en un pueblo de nómadas sin ninguna comodidad básica mas que las camas, no había luz, ni agua caliente, los baños eran comunitarios y debíamos esperar un transporte para que nos llevara a comer al comedor principal. Los perros ladraron toda la noche y no dejaron dormir a nadie, el frio se colaba entre las carpas y ni la ropa térmica ni las cobijas eran suficientes para combatirlo, fue mi segunda noche en vela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario